Trabajar no significa dejar de estudiar

Antes se tenía la idea de que en el momento en el que se terminaba con los estudios uno se dirigía al mundo laboral. Así, un buen el ex estudiante cambiaba su mochila por un portafolio, sus jeans por un traje y aplicaba un peinado relamido para ingresar a una oficina.

Hoy en día, ya no es así. Para empezar, la mayoría de los estudiantes consiguen un trabajo de medio tiempo o se van introduciendo al mercado laboral a través de colaboraciones o proyectos freelance.

Es decir, cada día el campo de la formación y el laboral se acercan más y más y ya no es posible pensar el uno separado del otro, así que si eras de los que pensaban que la educación terminaba al graduarte, debemos romper con esa ilusión.

Y no es que tengas que regresar a la escuela como antes lo hacías. Ahora a los empleados se les exige estar al día y eso significa continuar aprendiendo. Por eso, muchas empresas les brindan a sus empleados capacitaciones que van desde cursos, talleres, workshops, diplomados, etcétera.

Otra educación continua que es muy popular en nuestros días es la de los idiomas. Inglés, francés, alemán y japonés son algunos de los que los empresarios eligen para así tener más armas en el mundo laboral y continuar con su carrera. Incluso algunas empresas le brindan a sus empleados la oportunidad de tomar clases de algún idioma o idiomas ya sea en sus propias oficinas o en convenio con alguna institución a un precio mucho más bajo.

Una forma más radical de continuar aprendiendo a la vez que trabajas es inscribirte en una maestría que te permita cumplir con tus obligaciones profesionales. Por lo general, una maestría consume todo el tiempo de quien la estudia, pero existen planes de estudio en línea que hacen las cosas más sencillas para los que quieran seguir trabajando o también las universidades tienen maestrías diseñadas exclusivamente para los que trabajan por lo que sólo se imparten clases 1 vez por semana o durante el fin de semana.

Hoy más que nunca la formación continua ha adquirido un valor especial. Los empleadores buscan personas que estén al día en lo que hacen y qué mejor manera que darle una repasadita a los temas y volver a abrir los libros, aunque sea por un rato.